La inversión de la curva de tasas, que implica la desincentivación del flujo de crédito por parte de los Bancos Centrales, conduce a una estrangulación económica y desaceleraciones pronunciadas. En el caso del mercado de bonos chileno, esta situación es indicativa de un debilitamiento económico futuro, atribuible a diversos factores como la caída en los márgenes operacionales, el decrecimiento de las ganancias y el incremento en las tasas de interés.
El spread 2y10y en el mercado de bonos chileno ha alcanzado mínimos históricos, considerablemente más pronunciados que previamente a la crisis subprime. Además, la curva de bonos tipo BCP ha estado completamente invertida durante más de un trimestre. Estos hallazgos sugieren que los inversionistas perciben una compresión significativa en los márgenes operacionales y un crecimiento de las ganancias menor al aumento en las tasas de interés de los préstamos adquiridos. También revelan la desconfianza en la narrativa propuesta por el Banco Central de Chile (BCCh), lo que implica que apuestan a un error masivo y sin precedentes de la política monetaria chilena.
Siguiendo la historia como guía, se espera que haya defaults generalizados en la economía chilena durante el segundo semestre de 2023, ya que tradicionalmente la inversión de la curva de tasas precede a una recesión. Este escenario indica tiempos difíciles y volátiles para la economía chilena, lo que hace necesario que los agentes económicos tomen precauciones para proteger su patrimonio.
La inflación persistentemente alta por encima del promedio a largo plazo impuesto por el BCCh constituye la principal fuente de riesgo en este contexto. Si el mercado REPO chileno o estadounidense comienza a descontrolarse, es probable que actúe como catalizador de un sell-off en el mercado de renta variable y, consecuentemente, una recesión en la economía real.
Además, se estima que las tasas reales (tasas nominales menos expectativas de inflación) serán positivas dentro de 11 meses (~1%) y se mantendrán así por los siguientes 3 años (~2%). Los operadores le señalan al BCCh que dentro de un año tendrán que bajar las tasas a terreno expansivo y mantenerlas en ese nivel. Por otro lado, tras la subida más agresiva de la tasa de política monetaria (TPM), el BCCh se encuentra en una pausa, estas pausas históricamente han llevado a la disminución de las tasas debido a eventos desinflacionarios o deflacionarios en la economía.
En conclusión, la inversión de la curva de rendimientos en el mercado de bonos chileno representa un desafío significativo para la economía nacional a corto y mediano plazo. La desconfianza en la política monetaria del BCCh, la inflación persistentemente alta y las expectativas de desaceleración económica, junto con la posibilidad de un sell-off en el mercado de renta variable, sugieren que la economía chilena enfrentará tiempos difíciles y volátiles en el futuro cercano.
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