El índice de miedo y codicia (IMC) fue desarrollado originalmente por CNNMoney para el mercado de renta variable estadounidense. Se creó para parametrizar la variabilidad de las principales emociones que influyen a los inversionistas, las cuales van desde el miedo extremo hasta la codicia extrema. El índice se mide de forma diaria, pero se puede sacar muestras en cualquier otra periodicidad (semanal, mensual, etc.). Desde el 2018, se desarrolló un índice alternativo (relacionado a las criptomonedas) por la empresa Alternative.me.

En teoría, el índice se puede utilizar para medir si el mercado de valores tiene un precio justo o no. Esto se basa en la lógica de que el miedo excesivo tiende a bajar los precios de las acciones, y la codicia excesiva tiende a influir en el efecto contrario. En jerga financiera, estos dos efectos se conocen como “exuberancia irracional”, es decir, los precios ya no reflejan la información financiera actual de la compañía, por ende, se empieza a incorporar factores emocionales o no invertibles.
Considera que desde ahora en adelante, el artículo ocupará para el cálculo del IMC los datos de la API del Banco Central de Chile. Un tutorial de acceso y uso del cliente en Python lo encontrarás en el siguiente link. Dicho eso, te recomiendo inicializar tu script con el siguiente código:
Para mis credenciales de acceso, ocupé variables de entorno, ya que es mas seguro. Podrás encontrar un tutorial sobre como almacenarlas y llamarlas en Python en el siguiente link.
Funcionamiento del índice
El índice de miedo y codicia es una herramienta utilizada por algunos inversionistas para medir el mercado. Se basa en la premisa de que el miedo excesivo puede hacer que las acciones coticen muy por debajo de sus valores intrínsecos mientras que, la codicia desenfrenada puede hacer que las acciones se coticen muy por encima del “valor/precio justo”.
El índice de miedo y codicia de CNN examina siete factores diferentes para establecer cuánto miedo y codicia hay en el mercado, en cambio el índice de Alternative.me utiliza cinco factores. En esté articulo implementaré una versión para el mercado chileno que combine los factores de ambos índices. La razón se debe a que no poseemos (al momento de la publicación de este articulo) un mercado de derivados ni tampoco índices de volatilidad, por ende, ocuparé los movimientos que realiza el mercado per se (i.e. IPSA) para el cálculo. Las variables a ocupar son las siguientes:
- Demanda por dólares: Esta variable es el símil al indicador de CNNMoney “Safe heaven demand”, el cual es la diferencia de los retornos mensuales entre el precio del dólar menos el retorno mensual del IPSA. Por mensual, me refiero hace un mes atrás respecto a la fecha de estudio. Para Chile, el dólar representa un refugio cuando los inversionistas están asustados debido a algún factor macro (geopolítico, macroeconómico o relacionado a valorizaciones). El IMC cuando detecta un aumento relativo de esta variable instrumental o factor, lo interpreta como una señal de miedo. Análogo en caso contrario. La evolución de esta variable en Chile ha sido la siguiente:
- Demanda por Bonos chilenos: Los bonos de países emergentes (entre ellos los chilenos) conllevan una tasa más alta de default comparados a bonos del grado de inversión. Si los inversores adquieren bonos chilenos, las tasas caen y, del mismo modo, las tasas aumentan cuando la gente vende el bono. Por lo tanto, un spread pequeño entre tasas de los bonos chilenos y los bonos de gobierno estadounidenses, es una señal de que los inversores están asumiendo más riesgos. Cuando el spread aumenta, muestra más cautela entre los inversionistas. El IMC usa el índice de spreads elaborado por JP Morgan. El aumento de los spreads se interpreta como una señal de miedo. La evolución de esta variable en Chile ha sido la siguiente:
- Momentum: Cuando el IPSA está por encima de su promedio móvil de los últimos 125 días, es una señal de codicia. Pero si el índice está por debajo de este promedio, los inversores se ponen nerviosos, lo que induce miedo. La evolución de esta variable en Chile ha sido la siguiente:
- Volatilidad: Esta variable mide las fluctuaciones de los retornos a 20 y 60 días en el IPSA. En general, la volatilidad tiende a caer en los días en que el mercado se recupera y se dispara cuando las acciones caen de precio. La clave es observar la volatilidad en el largo plazo, ya que tiende a ser más baja en mercados alcistas o cuando “los toros” tienen el control (bullruns) y más alta cuando hay mercados bajistas o “los osos” tienen el control (bearish market). El IMC utiliza la volatilidad en aumento como una señal de miedo. La evolución de esta variable en Chile ha sido la siguiente:
- Redes sociales: Esta variable mide la incertidumbre económica del país en base a un análisis de minería de texto de la red social Twitter. Los detalles de la metodología se encuentran en un paper del Banco Central de Chile. Esta variable es la que menos datos históricos posee (2012 en adelante), por ende, solo se analizaran datos posteriores a la crisis subprime del 2008. El IMC interpreta que un aumento de la variable es una señal de miedo. La evolución de esta variable en Chile ha sido la siguiente:
- Demanda por dólares es un 13%
- Spreads es un 13%
- Momentum es un 28%
- Volatilidad es un 28%
- Sentimiento es un 18%
El código para incorporar el índice al dataframe maestro es el siguiente:
Una lectura de 50 se considera neutral (rango amarillo), mientras que cualquier valor superior indica más codicia de lo habitual (rango verde claro y verde oscuro). Valores inferiores a 50 se consideran de miedo (colores coral y rojo oscuro). La evolución de esta variable en Chile ha sido la siguiente:
Si el índice muestra "miedo extremo", puede ser una señal de que los inversores están demasiado preocupados, lo cual podría ser una oportunidad de compra. Si el índice muestra que los inversores se están volviendo "demasiado codiciosos", eso significa que el mercado pueda corregir en el corto a mediano plazo. La evolución del IMC en conjunto al IPSA ha sido la siguiente:
Críticas al índice
Los escépticos minimizan el índice de miedo y codicia como una herramienta legítima de investigación de inversiones, y lo ven más como un barómetro para hacer “Market timing”. Adicionalmente, este grupo argumenta que una estrategia de comprar y mantener de por vida es la mejor manera de invertir en acciones. Les preocupa que herramientas como el índice de miedo y codicia alienten a los inversores a negociar con mucha frecuencia. Mencionan que la evidencia histórica revela que tal enfoque genera retornos menos favorables (comprar caro para luego vender barato).
Como argumento a favor del índice, este fue capaz de capturar fidedignamente el selloff en el IPSA en marzo de 2020, lo cual dio señales sobre la capitulación de los inversionistas locales. Para los lectores que se dediquen al análisis técnico, podrán apreciar que la crisis en Marzo de 2020 no fue mas que la onda A de la serie de 5 impulsos al alza en el IPSA. En simple, la onda A es el momento en donde se rompe la tendencia estructural, para dar paso a una corrección en 3 ondas. En promedio, estas 3 ondas terminan de corregir en el reglón amarillo (ver siguiente grafico).
Conclusión
El índice de miedo y codicia para el mercado chileno, en mi opinión, es una herramienta útil para entender el sentimiento o consenso generalizado de los inversionistas, el cual siempre es reaccionario. Por sentimiento, me refiero a los momentos climáticos de los mercados. Estos varían desde la capitulación hasta la famosa frase “nos vamos a la luna!”.
El índice ayuda a confirmar tesis de estrategias basadas en variables macroeconómicas, fundamentales y de análisis técnico (en el caso de inversionistas activos). Si la persona ve que el costo oportunidad de su implementación no es favorable, es mejor seguir un enfoque de “buy and hold” hasta la jubilación.
Para versiones mas sofisticadas del índice, recomiendo utilizar bases de datos que capturen la información del mercado en tiempo real. Independiente de aquello, este primer atisbo en la parametrización del sentimiento del mercado de renta variable podrá guiar a desarrollos futuros de mayor envergadura e impacto.
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